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Depresión
La tristeza es una emoción necesaria y adaptativa en el ser humano ante situaciones difíciles de la vida. Las manifestaciones de tristeza nos ayudan a recuperar el equilibrio y sobrellevar la situación de la mejor manera posible.
La depresión es un proceso patológico en el que hay una profunda melancolía e incapacidad para disfrutar de las situaciones y/o momentos que antes generaban bienestar.
Las personas que atraviesan un estado depresivo presentan gran impacto en áreas importantes del funcionamiento vital. En muchas ocasiones, las personas más allegadas no saben cómo poder ayudarles, ya que su estado de ánimo es muy bajo y son incapaces de disfrutar de lo que viven en su día a día.
Los síntomas más comunes de la depresión son los siguientes:
A nivel fisiológico: pérdida de energía, fatiga, insomnio o hipersomnia, perdida del deseo sexual, agitación o enlentecimiento motor.
A nivel conductual se deteriora la actividad física, enlentecimiento motor, pérdida o aumento de apetito/peso, pérdida de interés o placer en actividades habituales. Como consecuencia de ello, muchas veces se produce aislamiento social o deterioro de relaciones personales.
A nivel cognitivo la persona presenta dificultades en la toma de decisión, se siente incapaz de resolver conflictos, se ve afectada la capacidad de concentración, pensamiento negativo de sí misma, ideas recurrentes de muerte o suicidio.
A nivel emocional cabe destacar estado de ánimo deprimido, sentimientos de inutilidad, culpa, tristeza, de vacío, desesperanza, presenta mayor irritabilidad, baja tolerancia a la frustración y pesimismo constante.